viernes, 29 de agosto de 2014

Viaje infernal

Sobrevivimos al viaje en avión. Las mil horas que duró era inevitable pensar en lo nefasto que son los asientos en clase turista. Cómo nunca no dormí nada, trataba de hacer un origami con mis piernas para estimular la circulación ocupando lo justo, sin golpear al niño raro del lado y sin despertar al C que dormía hace horas.


Todo el tiempo pensando que el día del viaje sería perfecto, y uno se auto imagina despertando excelente y viajando sin problemas, pero NOT el infierno recien empezaba.


Otra odisea fueron las maletas. Me demoré un día entero en hacer dos maletas, en definir cuales eran las mejores opciones. Me hice m!#%$& la espalda arrastrando todos los equipajes y tratamos de hacer diversos origamis también con ellas para que cupieran en el avión.



Goofy demostró ser un seco. Impresionante, pasó al menos 14 horas e el avión y no se hizo pipi ni se desesperó cuando nos vió, si iba desconcertado y sin cachar nada pero se portó como un rey, es un ejemplo de perro zen.



El dramón se vino cuando hubo que meterlo de nuevo a la jaula en Paris, a penas lo pudimos meter ocupando todas nuestras fuerzas entre dos con C, realmente estaba mal mi pobre Goofy, pero le hablamos y se calmó, no sabía nada que al llegar de ese pequeño viaje de una hora y media estaría en su nueva vida.



Sobrevivimos y somos felices YEIIIIIIIIIIIII

No hay comentarios:

Publicar un comentario