jueves, 11 de septiembre de 2014

Pequeños placeres

Que increíble sensación ser una pata común acá. Tal como escuchan, viniendo de un chilito donde el pie de las mujeres está entre 36-37 y los mejores modelos y más lindos siempre están en esos números, no puedo más que gozar que los zapatos para probarse acá sean entre 39-40. La verdad es que varias veces me compré zapatos un poco más chicos porque me gustaban mucho y me enfoqué en la esperanza de que se agrandaran o mi pie se achicará con diversos métodos.



En fin, es lo máximo, un placer consumista dentro de mis experiencias alemanísticas.



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